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EN MI CORAZÓN ESTAS

No sé, me encontraba al borde del abismo, lo pensé demasiado, pero no me quise lanzar seria mi peor error, retrocedí tres pasos, me eche a llorar, estaba desesperado y pensaba como fue que pude entrar con mi novia en ese cuarto de hotel, me acuerdo muy bien era el cuarto tres cero tres. También me acuerdo que un mes después nos encontrábamos en el hospital realizándole a mi novia la prueba de embarazo, esperamos dos horas para que nos atendieran, seguimos esperando unos minutos hasta que salió el doctor, nos llamó y nos invitó a entrar al consultorio. A ella le chuzaron un dedo y le sacaron un poco de sangre, ella grito, pero para mí fue teatro. Salimos del hospital mientras estaban los resultados, me invito a comer por que no aguantaba sus antojos, entramos por una gran puerta azul, cuando entre me di cuenta que era una panadería, estaba rodeada de panes, tortas e infinidad de harinas. Mi chica tenia deseos de un pastel de arequipe con un gran vaso de leche, yo solamente pedí un café, pasaron unos minutos y el café no me entraba, estaba muy preocupado, mi novia acabo y yo sin beber una sola gota de café. Cuando íbamos a salir de la panadería me toco cancelar la cuenta a mí, por un vaso de leche, un pastel de arequipe y un café que ni siquiera lo probé, esa cuenta fue muy exagerada. Sé que no volveré a ese lugar, como tampoco quiero volver a ese hospital, pero me toca.

Entramos nuevamente al hospital; hicimos la gran fila para la entrega de los resultados, éramos los últimos y me preguntaba, ¿Cuántas personas de esta fila estarán en la misma situación que la nuestra? ¿Cómo era que yo estaba aquí? no entiendo ¿Por qué cometí este error? Poco a poco esa interminable fila iba disminuyendo, por cada paso que avanzaba sentía que mi vida se derrumbaba. La fila acabo y ahora éramos los primeros, no lo podía creer, me puse blanco como una nube, pero como una nube que giraba, me sentía mareado y con ganas de botar todo, hasta lo que no me comí. La señorita tan formal nos dio un sobre tan gigante como la responsabilidad que se nos viene encima. Agarre el sobre con un gran miedo, lo quise tirar a la basura. No me aguantaba las ansias de destaparlo,  me senté en la sala de espera, destape el sobre y había un papel blanco que no inspiraba nada, veía todas las letras iguales, pero logre ver la peor parte, donde decía que “la prueba salió positiva”. Sentí que mi mundo se derrumbaba, los dos nos pusimos a llorar porque eso no era lo que queríamos para nosotros

Esa noche no puede dormir, el estrés no me dejaba, no quiero criar a un niño ni mucho menos trabajar para mantenerlo. No quiero ver a un niño molestando “ODIO A LOS NIÑOS”, con solo imaginar su rostro me desespero.

Al otro díaamanecí ojeroso con un rostro terrible, e hice lo peor que pude hacer, encendí mi computadora, abrí el navegador y empecé a buscar sitios donde realizaran abortos, aparecían infinidad de resultados, ese día solo busque sitios, hasta que encontré el mejor lugar económico y cerca de mi ciudad, fui por la madre de mi hijo, el hijo que ya iba a desaparecer, la agarre le propuse y estuvo de acuerdo. Cuando llegamos allá las caras de todos los trabajadores nos asustaban, las caras de amargura nos decían que estábamos en el lugar indicado para acabar con la vida de una persona. Nos hicieron pasar a un salón con poca iluminación y con un tamaño muy reducido, había aparatos poco comunes y además de eso oxidados. El señor trabajador realizó el procedimiento, fue algo traumatizante ver a una persona pequeña con ganas de vivir y que no lo pudo hacer. Estaba arrepentido me sentía como un monstruo y por eso estoy aquí al borde de este abismo, que pesadilla la que yo estoy viviendo y saber que yo mismo la cause, que triste que yo acabe con la vida de una persona.

Salí corriendo lejos de este abismo corrí por la mitad de la carretera para ver si un carro terminaba con mi vida, corrí tanto y sin rumbo fijo no sabía para donde iba , llego la noche y junto a ella la lluvia, una fría lluvia; peromenos mal llegue a la ciudad, no se cual ciudad, pero todo estaba cerrado y sin iluminación, camine un rato y me topé con una bancame acosté en ella, era dura e incómoda, el frio era aterrador y mi ropa húmeda eran el complemento para sentirme súperincómodo.

Por la mañana un sol perturbante me despertó, ese sol era tan fuerte que hasta mi ropa se secó, alce mi mirada al frente y vi una iglesia radiante, me llamo tanto la atención que cruce la calle para entrar en ella, cuando entre respire un aire de paz. Me arrodille frente al altar y me puse a pensar sobre lo que había hecho. Es quedeshacerse de una persona no es fácil, le pedí con tanto fervor a Dios que me perdonara, entre en un tiempo de trance; estaba sobre nubes en un lugar muy hermoso y de repente se acercaba una persona hacia a mí, me saludo, se presentó y me dijo:

-hijo tus pecados son perdonados, el desapareció mientras caminaba y se alejaba de mí. Vi como si él se devolviera, pero cuando se acercaba vi que él no era, era un pequeño y adorable niño, él se acercó y me abrazo, derrame una lagrima y él me dijo, tranquilo papi, aquí en el cielo estaré bien con mi otro papá, le dije que lo quería y que algún díaiba a estar con él.

Me desperté, mi sueño termino pero sentía tanta tranquilidad que me arrepentí de todo y ahora los niños serán mi alegría, volví rumbo a casa; mi familia preocupada estaba muy triste porque no llegaba, cuando llegue me abrazaron y me dijeron que no les volviera a dar ese susto.

Gracias a Dios estoy con mi familia y llevo en mi corazón a mi hijo.Fin.

Autor: Julián Andrés Velásquez Álvarez

Grado: 10-1

Año: 2014

 

 

EL DÍA EN QUE EL SOL NO BRILLÓ

Era viernes, el día en que todos los amigos se reunían en el parque, después de la escuela, a admirar el sol, y se preguntaban: ¿Qué sentirían los astronautas al estar en el espacio? ¿Cómo sería el Universo? Pero ese viernes no podría ser.

El timbre de salida de la escuela sonó. Felipe y Fausto, los únicos gemelos de la escuela, se reunieron en la casa de Isabela, la chica genio de la escuela, y juntos fueron a buscar a Leandro el chico extraño. Ellos son unos amigos inseparables, cursaron la escuela juntos y se apoyan en todo.

Laura, la chica fastidiosa de todo el barrio y escuela, con su cómplice, su hermano Kevin, siempre molestan a Leandro y sus amigos, pero ellos no le prestan atención, y eso los hace enojar y por eso los molestan aún más, y es que en lo único que piensan Leandro y sus amigos es en las materias. Pero Leandro no es como sus amigos, él ha tenido sueños, sueños que ni siquiera sus compañeros pueden imaginar.

A sus amigos no les interesan los sueños que tiene Leandro, lo único que les interesa es el bienestar de su mejor e imprescindible amigo.

Todos sus sueños tienen que ver con misiones astronómicas, y con astronautas que murieron en el intento de completarlas. Leandro siente que sus sueños tienen que ver con premoniciones del futuro y anuncios del pasado, recuerdos que quedaron atrapados en el tiempo y en el espacio.

Al otro día, en la escuela, Leandro tiene una visión, una conexión con el futuro, y una voz desde el más allá le dice: –Leandro, tú y tus amigos tienen que completar la misión que muchos astronautas han intentado completar y no lo lograron. Con el ingenio de Isabela, con la fuerza de creer de Felipe y Fausto y con tus visiones lo podrán lograr, y recuerden esto: Tengan mucho cuidado con los problemas que los rodean, pueden causar dificultades en el viaje.

Cuando terminó de hablar, Leandro sintió un dolor muy fuerte en la cabeza y rápidamente volvió al presente. Leandro les contó lo que vio a sus amigos, y obviamente ellos le creyeron. Rápidamente, Laura se hizo paso entre sus compañeros, junto a su horrible hermano, para observar lo que pasaba.

Repentinamente, Leandro le dijo Laura con tono de burla: – ¡Cuidado, una tormenta se aproxima!– y todos se reían sin parar. Laura enojada tomó a su hermano por el brazo y lo arrastró por el pasillo.

Los chicos, al salir de la escuela, notaron que todo estaba cubierto por sombra y enseguida miraron al cielo. Vieron al sol ser cubierto por un eclipse total, y Leandro les dijo a sus amigos:

–Ya es hora. Y sus amigos le preguntaron: – ¿Hora de qué?, y Leandro les contestó:

–Hora de viajar al espacio para cumplir con una misión. Sus amigos le preguntaron:

– ¿Qué misión?, y Leandro les dijo: –Les cuento por el camino.

Mientras llegaban a la Base Astronómica de la NASA para tomar una nave “prestada”, Leandro les contó todos sus sueños y lo que aquella voz le había dicho. Pero los problemas los seguían, Laura los perseguía. Quería saber qué era lo que se traían entre manos.

 

Luego, un guardia paró el auto de los chicos, y mientras les hacían preguntas, Isabela y Leandro se escabulleron contando con que se reunirían con los demás en la puerta de la nave.

Pasó una hora antes de que el guardia los dejara pasar. Cuando llegaron a la nave, había un problema más: la puerta de la nave usaba clave, pero Isabela usó su ingenio para descifrar la clave.

Ya dentro de la nave, los chicos tomaron el mando de la máquina, y los otros chicos tomaron el mando de los controles de la base, para que Isabela y Leandro pudieran despegar.

Ya los dos amigos en el espacio analizaron la misión y trataron de resolverla lo más rápido posible para poder volver a la tierra y ser personas normales.

Pero, al analizar la misión, se dieron cuenta de que se trataba de un eclipse solar, y cuando se dirigían directo al sol, una lluvia de meteoritos los arrastró, desviándolos de su rumbo, y de repente todos los controles de la nave hicieron un cortocircuito.

Rápidamente, Leandro le dijo a Isabela: – ¡Isabela, rápido, usa tu ingenio para sacarnos de ésta! Y Isabela le dijo: –Bien, en el Sistema Solar, en el único lugar en donde hay muchos asteroides juntos, es en el Cinturón de Orión, y la única forma de salir, es teniendo mucha potencia.

A Leandro se le ocurrió una idea y dijo: – Isabela, creo que en la parte de atrás de la nave, hay nitro, lo podríamos usar como combustible. E Isabela le dijo: – ¡Sos un genio!

Al rato, Leandro encendió el motor, y sin demora la nave salió a la velocidad de la luz.

Mientras se acercaban al sol, Isabela volvió a analizar la misión, para cerciorarse de que lo que tenían que rescatar era una cápsula cuyo interior contenía ambarina, extraída de la luna en el último eclipse que se había investigado.

Cuando pasaron a Venus, una nave se les atravesó, y Leandro, con mucha seguridad dijo: –Ésa es. Es la cápsula que se menciona en la misión.

Y sí, era ésa. No sabían qué hacer para extraerla del espacio, y consultaron a sus amigos que se habían quedado en la base terrestre, y ellos les dijeron: –Presionen un botón rojo. Eso activará una tenaza y extraerá la cápsula del interior de la nave.

Al ya terminar la misión, volvieron a la Tierra y festejaron con sus amigos el triunfo, de que ya eran personas normales, y que todos sus problemas habían terminado…

Bueno, casi todos, porque Laura y su hermano Kevin aún los seguían molestando.

Pero a ellos ya no les importaba, porque ahora tenían otra cosa en qué pensar, no sólo en las materias, sino en la gran felicitación que recibieron de parte de la NASA, y algún que otro rezongo por sus padres preocupados.Fin

 

Autor: María Isabel Garzón Castañeda

Grado: 11

Año: 2014

LOS DILEMAS DE SARA

-Poca edad para tantos problemas-

Dijo Sara a su amiga

Sara era una joven de tan solo 15 años, pero a pesar de su poca edad había vivido muchas cosas, cosas que tal vez nunca debió haber vivido. Esta joven era linda e inteligente, y a pesar de todas sus cualidades no era feliz. Lo sé porque lo veía en su mirada y fingida sonrisa sus problemas comenzaron cuando conoció a Alejandro, este joven era alto, de ojos negros y cabello oscuro, tenía una gran sonrisa y en pocas palabras era “el chico perfecto”, por lo menos así lo veía Sara.

Al comienzo todo era color rosa salían a caminar, a comer, todo se dio solo… en una ocasión Sara lo noto extraño, estaba nervioso y algo sudoroso, su estado de humor cambiaba constantemente y ella no entendía el por qué, estaba tan raro hasta se comporta agresivo con ella, Sara estaba tan enceguecida que ni importancia le dio.

Una tarde Sara se escapó del colegio para irse con él, ese día compraron algo de licor, era la primera vez que ella tomaba, lamentablemente le gusto demasiado, en otra ocasión no solo tomaron, sino que también fumaron cigarrillo, para ese entonces ella era una niña “inocente” y según ella lo podía dejar cuando ella quisiera… Pero cada vez quería sentir más y más sensaciones; un día Alejandro sacó un cigarrillo que Sara nunca había visto, le preguntó qué era él le respondió no es nada, es un “cigarro que da risa” ¿un cigarro que da risa? Eso no lo había escuchado antes, pero… si es así me gustaría sentir esa sensación. Allí empezó todo pues cuando menos pensó ya no podía dejar el “cigarrillo que da risa”. Al poco tiempo su vida era otra, llena de insatisfacciones, se sentía en un túnel sin salida, al punto que hasta conoció el mundo de la calle, allí aprendió que en la calle también hay gente buena, que algún día tuvo ilusiones, pero que por cosas del destino fueron a caer allí; un día estando desconsolada sentada en una silla del parque principal, alguien se le acercó y le indagó acerca de su vida, parecía un ángel guardián le habló de un ser supremo que podría aliviar todos sus males espirituales y del cuerpo. Sara estaba aburrida y tan harta del mundo que llevaba, que decidió escuchar. Hoy Sara lucha por salir de las drogas, aún no se recupera totalmente pero poco a poco ha cambiado su vida y ha recuperado las ganas de vivir, de ser alguien y poder ayudar a los demás. fin

 

 

Autor: María Isabel Osorno Álvarez

Grado: 10-2

Año: 2014

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